sábado, 11 de mayo de 2013

CUANDO LOS HIJOS CRECEN Y LOS PADRES NO SABEN QUE HACER

EN LA COMBI, UN POLICÍA PLATICABA SOBRE SU EXPERIENCIA DE CUIDAR A LA CIUDADANÍA.

Hace algunos días viajando en el transporte colectivo, tuve la oportunidad de poner atención a un joven policía que viajaba con su esposa y su pequeña hija de un año de edad aproximadamente, este personaje contaba algunas anécdotas de lo difícil que resulta cuidar de la población por el excesivo amor materno de las señoras hacia sus hijos, explicó lo siguiente:
"e esta semana llamaron por teléfono a la comandancia y nos mandaron para acá  -haciendo referencia a la colonia) el reporte fue porque vecinos se quejaban de que un grupo de jóvenes estaba en la vía publica drogándose  acudimos de inmediato, llegamos y efectivamente justo estaban ahí  afuera de una casa inhalando resistol, thiner y fumando, justo cuando estábamos cerca con las sirenas a todo volumen se echaron a correr, se metieron a otros domicilios, entonces salieron algunas señoras para ver que pasaba, entonces sujetamos a un muchacho, muy joven de unos quince o dieciséis años, quien se resistía al arresto, su mamá gritaba, "déjenlo desgraciados, mi hijo no está haciendo nada", le dije que se estaba drogando y se tenia que remitir al sistema de seguridad del municipio y que ahí podría ir a arreglar este asunto, la señora se puso más violenta, y jaloneo a su hijo, como tratando de que se soltara de nuestras manos, entonces de su mandil saco una galleta y la puso frente a la cara de su hijo y nos miro diciendo "verdad que nomas estabas comiendo esta galleta", de verdad que no nos reímos por tener un poco de respeto, pero si me enoje y mucho  pues sabe la señora que su hijo como sus demás vecinos jóvenes amigos de su hijo se drogan y no quieren enfrentar la situación y menos que se les reporte por faltas a la moral, pues  trasgreden la vía publica y a los transeúntes  y esto está en el código  de policía y cuidado ciudadano, la verdad que me da mucha pena este tipo de acontecimientos".

después comentó que se generan también muchos chismes con respecto a llamadas que se efectúan en la comandancia, siempre llaman viejecitas que no tienen nada que hacer  de veras, - en el combi algunos reíamos discretamente - pues comentó que llaman diciendo que hay algún muertito en la calle y que lleva horas ahí en la vía publica tirado, entonces de inmediato el jefe  nos manda echos la mocha en las patrullas y detrás de nosotros va una ambulancia del DIF o del centro de salud, vamos rápido  pues pienso que es terrible dejar a alguien en la calle y más si ya falleció, pero ya en camino pensamos y platicamos los compañeros y yo, cómo es que dicen que lleva horas ahí en la calle si son apenas las seis de la mañana. cuando llegamos efectivamente, hay alguien en la vía pública, nos acercamos para saber si está muy frío  o so ya no tiene pulso, y nos encontramos con la sorpresa de que es un viejillo borracho que no alcanzó a llegar a su casa, y entonces todo deja de valer la pena y el esfuerzo, y cuando preguntamos, quién llamó, salen las viejitas sin dientes y todas turulecas y enclenques, dicen yo avisé, pues estoy viendo desde mi ventana a ese hombre desde hace rato, y les preguntó y que no tienen sueño, son las seis de la mañana, entonces dicen, a poco es tan temprano todavía, y yo que ya quiero sacar a pasear a mi perro.

se dejan oír las risas y entonces decimos, ya nos vamos abuelitas. y lo que pensamos es que se gasta la gasolina, las unidades y nuestro tiempo pudiendo llegar a eventos que se presentan, pero que le vamos a hacer.

entonces pienso, claro que hay un mal social, que no se corrige solo porque digamos que el gobierno tiene responsabilidades y obligaciones con nosotros, el pueblo, también está la parte que les toca hacer a los padres y madres de familia, es EDUCAR para transformar y no castigar a las personas por sus actuares y sus formas de ser. debe ser un trabajo en conjunto.

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